Asesor Patricio Espinosa: “LA LUZ ESTÁ DIRECTAMENTE RELACIONADA CON EL CALIBRE”

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  PEC Chile - Revista del Cerezo  

Cómo construir calibre desde la postcosecha

Entre las claves para obtener fruta de calidad el asesor menciona la capacidad de intercepción y distribución de la luz (fotosintéticamente activa), edad y calidad de los centros frutales, de la madera y el tamaño y la ubicación de la yema y recomienda ajustar la carga a tres yemas florales por centro frutal. Particularmente, en postcosecha se debe “preparar el árbol en un ambiente especial, único y exquisito”.

Asesor Patricio Espinosa
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El asesor Patricio Espinosa, director de PEC Chile, en base a sus más de 30 años de experiencia en el desarrollo del cultivo explica que los productores chilenos de cerezas -a nivel de industria- con el tiempo y la experiencia han ido aumentando calibres a medida en que han ido mejorando los aspectos básicos de manejo, entre los más importantes, preparación y manejo de suelo, selección correcta de la combinación variedad/portainjerto y del adecuado sistema de conducción, más una buena gestión de poda.

Gráfico 1: Por cada calibre que aumenta la fruta el precio mejora en un 20%. Pero por cada calibre que baja el precio disminuye en un 40%.

El calibre es una característica importantísima del producto final que estamos desarrollando. Si bien la fruta que producimos tiene un tamaño acotado por la genética de la variedad, dentro de esa limitación es clave para el negocio postular al mejor calibre. Todo lo que hacemos tiene la intención de que eso ocurra. Desde el punto de vista fisiológico, biológico, agronómico o como se quiera denominar. El calibre, como objetivo, está relacionado con todo lo que el productor hace en su huerto. No debiera haber manejo que no considere ese importante parámetro”, señala el experto.

¿Sabiendo que en todo huerto hay una dispersión de tamaños, con qué calibre la cereza deja de ser negocio en China?

Lo óptimo es no tener fruta calibre XL (24-25,9 mm), Ojalá toda la producción supere los 28 mm, pero nosotros damos la pelea para que la fruta supere los 30 mm. En los sistemas de cultivo más avanzados, tipo invernadero automatizado, por ejemplo, se logran calibres promedios ponderados de fruta por sobre los 32 mm. Son sistemas en que se puede mantener la plantan trabajando en todo momento de manera más eficiente gracias a un ambiente favorable, controlado y de menor estrés. Ese potencial nos muestra que todavía tenemos mucho trabajo por hacer. Si bien hoy somos capaces de producir cerezas muy grandes, muchas veces esa fruta no logra la condición ni la firmeza exigida por el mercado. Es necesario desarrollar conocimientos que nos orienten en cómo aumentar la eficiencia de aplicación, para mejorar la absorción de los nutrientes por parte de la fruta.

MISMA VARIEDAD, MISMO ÁRBOL, FRUTA GRANDE Y FRUTA CHICA

¿Dentro de una misma variedad e incluso en un mismo árbol, por qué hay fruta que crece más en relación a otras?

El tamaño de la fruta también dependerá, entre otros factores, de la calidad (luz), ubicación y edad de dardos y yemas inducidas. En general, se ha visto que la fruta producida en la base de los brotes del año es de mejor calibre que la de los otros centros frutales. Sin embargo, esto puede cambiar según el sistema de conducción y el manejo del árbol y la poda. También el tamaño de las hojas es muy importante ya que el brote recién después de los 20 cm de largo, 25 días después de floración, comienza a trabajar para el cultivo. Previamente solo participa como sumidero de las reservas de la planta.

La cicatriz muestra el cambio de año. Las estructuras de la cicatriz hacia abajo son dardos (grupo de yemas florales, en un mínimo 2, pero siempre con una yema central). Arriba de la cicatriz, yemas ‘Prontas’, las que nacen en la base del crecimiento del año. De estas yemas se obtiene la mejor calidad de fruta.

¿Cuando se poda para renovar madera y regular carga, qué tipo de yema son las que se eliminan?

Todo lo que sea dardo de más de 5 años debe salir con la poda, lo que es muy conveniente desde el punto de vista de la calidad de la fruta, porque las yemas envejecen y se debilitan. Eso se demostró porque a los franceses, muy partidarios del Solaxe, les funcionó, pero a condición de que se maneje bien la luz. Los norteamericanos, por su parte, entendieron que mediante poda se puede ir renovando permanentemente el material y que, en paralelo, se adelanta un futuro ajuste de carga. Hemos aprendido que el tamaño y la ubicación de una yema respecto de otra determina una gran diferencia en la calidad de la fruta.

Por esto, los sistemas de conducción son muy incidentes en la calidad de la fruta porque hay sistemas que son mucho más ordenados que otros. Por ejemplo, un UFO V, un KGB o un TSA, son sistemas bien estructurados en que la instrucción puede ser ‘elimine todas las yemas de las ramas que cuelgan’, porque lo que cuelga no da buen calibre. Todo dardo > a 5 años se va. Respecto de ramas horizontales la instrucción en un huerto determinado puede ser que este año y en esta determinada situación, ‘todas las ramas horizontales deben ser cortadas en el primer tercio o a mitad de la rama’. De esta manera, los podadores van cortando y podando de acuerdo a la posición y la edad del material con que se encuentran, manejo que va a ser determinante en la calidad de la fruta cosechada. Desde hace 14 años que los sistemas UFO simple y KGB son los que producen mejor calibre, todos los años, porque tienen mejor iluminación y la luz incide directamente en el calibre. Aunque el UFO simple intercepta menos luz, distribuye mejor toda la luz que intercepta. El eje, en tanto, si bien intercepta más luz, la distribuye muy mal. Pero en Chile aun no nos hemos dado el trabajo de medir la radiación fotosintéticamente activa (PAR) en los distintos puntos de la copa de los árboles formados en las diferentes arquitecturas.

Dardo de cuatro años, comenzando el quinto, de excelente calidad y apariencia, pero que debe ser
eliminado a la siguiente temporada.

¿Cómo incide en el calibre el vigor que imprime el portainjerto, por ejemplo, un Colt? 

A pesar de todos los años transcurridos en Chile recién se está desarrollando esa tecnología. Acá usamos mucho el Colt porque es un portainjerto vigoroso y a prueba de todo, pero como -en general- no se lo maneja bien, expresa menos vigor y termina siendo más productivo. Esto parece un enredo de percepción, pero es real.  En el caso del eje, claramente la idea general debe ser llegar arriba con una planta débil. No se puede llegar con una planta vigorosa porque se genera un paraguas que no deja pasar luz hacia los pisos basales. En cambio, un KGB o un UFO simple, que normalmente no producen laterales, reciben toda la luz. El eje, que es el más complejo y el más usado, necesita más trabajo y requiere de portainjertos más débiles. Con el KGB hemos tenido muy buenos resultados porque con la combinación Lapins Colt funciona para cualquier suelo o situación. Lo único que cambia es la distancia sobre la hilera. Si el suelo es muy malo, 1,5 m y si el suelo es bueno 2 m, por ejemplo.

¿Un mal suelo puede ser un impedimento insalvable para lograr calibre?

El desafío de lograr buenos calibres tiene más que ver con la integración de estos problemas. ¿Cómo integras un suelo de mala calidad? Según mi criterio, aumentando la densidad de plantación, de modo de poder alcanzar los mismos calibres, pero con la producción distribuida en una mayor cantidad de plantas.

¿Qué reguladores de crecimiento y aplicados en qué momento recomiendas para incrementar el tamaño de fruta? ¿Con qué precauciones?

En el programa de reguladores para crecimiento tenemos considerado, en orden cronológico, citoquininas, auxinas y giberélico. El investigador Todd Einhorn demostró que la división celular ya está ocurriendo cuando la yema está en punta verde recién iniciada, por lo que desde ese momento fenológico la aplicación de citoquininas tiene el efecto de promover la división celular. El inconveniente es que se dispone de poca superficie de contacto, pero con la maquinaria apropiada, bien mantenida y calibrada, con buen mojamiento y el coadjuvante correcto se puede partir con aplicaciones de citoquininas cada 7 o 10 días. Ese es un manejo que ha demostrado ser rentable), particularmente si se lo compara con ajustes de carga como el desyeme manual, que funciona bien, pero que además de ser caro, se dispone de poco tiempo para ejecutarlo.

Después de Floración son las auxinas las que predominan y cumplen la función de retener o botar fruta. En el esquema 1 se puede ver el momento en que las auxinas pasan a ser de igual o mayor importancia que las citoquininas, pero hay que tener mucho cuidado porque las auxinas generan competencia y determinan que la planta tenga o no tenga puntos de crecimiento, pudiendo llevar a un sobre cuajado o botar más fruta de lo que se espera. Las auxinas son complicadas y más difíciles de manejar.

Las aplicaciones de giberélico, por su parte, comienzan cuando se endurece el carozo, 4 semanas antes de la posible fecha de cosecha. Solo como referencia, nuestra recomendación como PEC es aplicar 20 ppm 4 semanas antes de cosecha, repitiendo 3 semanas antes de cosecha con 20 ppm. De ese modo se opta a una fruta extraordinaria.

AJUSTE DE CARGA: TRES YEMAS FLORALES POR DARDO

“Para ajustar la carga lo que mejor nos ha funcionado es dejar tres yemas florales por dardo o centro frutal. Si como promedio ponderado tus plantas tienen tres yemas florales y una yema central, esa es la carga correcta. La idea es lograr ese efecto solo con la poda, pero se puede considerar algún nivel de ajuste manual. Sin embargo, con este fin se deberá cumplir con ciertos objetivos desde el primer día del huerto, para lograr la meta propuesta, de otra forma, posteriormente, se requerirán tres temporadas para lograr el mismo efecto”, señala Patricio Espinosa.

Todo lo que sea dardo de más de 5 años debe salir con la poda.

¿Cuáles son esos objetivos?

Se establece la plantación y el primer año se debe llegar -por lo menos- al 70% de la altura del árbol. El segundo año se debe lograr -por lo menos- el 80% de las futuras ramas productivas. El tercer año el árbol comienza a producir y se comienza a podar inmediatamente para ir ajustando a la planta y mantenerla controlada desde un comienzo.

¿Cómo incide en el calibre si la fruta proviene de las primeras flores o de las últimas?

Las primeras flores son las más grandes y ojalá pudiéramos producir solo en el primer 5% de flores abiertas. Hemos estudiado con cámaras para determinar cuál fueron las primeras flores, cómo cuajan y el tamaño que alcanza la fruta. Claramente las primeras flores son más grandes, provienen de yemas más grandes y resultan en fruta de calibre notoriamente superior. Por esto, el manejo de la polinización es clave y hay que entrar lo antes posible con las abejas. Generalmente se instalan las colmenas cuando ha abierto el 10% de las flores, pero si consideramos que cada una de esas flores, en el mejor de los casos, solo permanecerá receptiva 3 a 4 días, tenemos que ser mucho más proactivos con el uso de los polinizadores. Una alternativa son los abejorros, los que son capaces de trabajar a temperaturas más bajas que las abejas. Las primeras flores son claramente superiores y si pudiéramos cuajarlas todas lograríamos un efecto importante.

Mediante poda se puede ir renovando permanentemente el material y que, en paralelo, se adelanta un futuro ajuste de carga.

¿Cómo se mueve el calibre respecto de la posición de la fruta en el árbol o en la rama?

Si todo el árbol está bien iluminado, lo que se busca en los huertos modernos, no debiera haber diferencias de calibre. En nuestra opinión las mayores diferencias se originan en la calidad del material vegetativo, lo que depende de la calidad de la poda y que -en último término- será consecuencia de la experiencia y capacidad del podador. La realidad es que muy frecuentemente no se poda bien. En un huerto antiguo el asunto es más complejo porque, además de depender de la iluminación, dependerá de la brotación, considerando que -en función de localidad- cada fruto requiere de 240 cm2 de hoja.

El tipo de árbol también incide ya que, si la superficie fotosintética está cerca de la fruta, el gasto energético será menor. El problema es cuando los fotoasimilados deben transitar por ramas viejas, incluso sin hojas. Mientras más compacto sea el árbol, más cerca estará la fruta de las hojas, lo que facilitará todo el proceso. En los árboles grandes se recorre una distancia mucho más larga para llegar a la misma cantidad de fruta. Además, por el mayor sombramiento, la fruta tiende a ubicarse en los extremos.

Para fruta de calidad: buena relación hoja fruto, buena iluminación y calidad del material vegetativo y fruta ubicada en la base.

MANEJOS DE POSTCOSECHA EN FUNCIÓN DEL CALIBRE

¿Qué se puede hacer en el período de postcosecha para mejorar el calibre?

Cada uno de los manejos de postcosecha debe apuntar a obtener el mejor calibre. Debemos preparar el árbol en un ambiente especial, único, exquisito y súper eficiente para que la siguiente temporada esté en condiciones de producir la mejor fruta. Lo importante es considerar que hay una postcosecha temprana y una tardía y que es el momento para que la planta recupere todo lo que tuvo que desarrollar o tomar del suelo para brotar y producir fruta. Si el productor considera que en su última cosecha el calibre y el rendimiento fue apropiado, entonces, en lo posible, se debe repetir todo lo que se hizo bien el año anterior. Principalmente en lo relativo a no estresar la planta y promover que acumule todas las reservas posibles. En la actual situación de la industria todos los manejos de este importante período han adquirido una mayor relevancia.

Los manejos de postcosecha en general son bastante estándar en el sentido de que, al parecer, bastaría con no equivocarse. ¿Hay formas de hacerlo mejor que simplemente no cometer errores en este período?

Absolutamente. Durante la postcosecha hay que enfocarse en generar la mayor cantidad de puntos de crecimiento radicular que se pueda para tener más puntos de absorción a la temporada siguiente. Una de las recomendaciones es aplicar auxinas vía riego para potenciar el crecimiento radicular. Así mismo, hay que acumular la mayor cantidad de reservas de almidón y arginina en raíces y brotes y disminuir al máximo el estrés de la planta. Ya sea por falta de agua, exceso de calor, limitaciones radiculares o de suelo u otros factores, el estrés se traduce en una subida de temperatura en la planta. Cuando la temperatura de esta supera los 25°C y se acerca a los 28 o 30°C, la planta cierra estomas y deja de fotosintetizar. Es una estrategia para sobrevivir con la reserva hídrica que le queda, sin embargo, la planta puede verse bien y a los productores parecerle poco importante saltarse un riego. Así se va acumulando estrés y eso hay que evitarlo al máximo. Además, es conveniente hacer podas de luz si la planta está sombría en exceso, pero es una labor delicada, no es llegar y podar en verano.

¿Cuáles son los manejos de postcosecha que más se relacionan con el calibre final de la fruta o con un mayor porcentaje de fruta grande?

En primer lugar, la iluminación, porque la luz es clave para la diferenciación, lo que se resuelve con poda. En segundo lugar, la disponibilidad de agua para que el cultivo no se estrese por exceso de temperatura. Tercero, la acumulación de reservas para lo que la planta tiene que estar activa y no estresada. El estrés, además, afecta la diferenciación y puede llevar a frutos deformes, se sabe con bastante certeza que, por el contrario, si la planta está bien iluminada, bien nutrida y no estresada, se podrá optar a producir fruta de la mejor calidad; con la condición de que en el receso la planta acumule el frío suficiente y luego los días grado para que brote cuando sea oportuno.

¿Qué consecuencias tiene en el manejo separar la postcosecha en dos partes, temprana y tardía?

Hay un minuto en que el brote del año deja de crecer y un manejo tan importante como es la poda ya no provoca rebrotes. Es un momento fundamental porque eso cambia la vida de la planta. En la postcosecha tardía ya se está trabajando 100% para las reservas y para la adecuada formación de la fruta.

Para lograr fruta de buena calidad se deben cuidar aspectos básicos del cultivo como son preparación y manejo de suelo, selección correcta variedad/portainjerto, elegir el adecuado sistema de conducción y realizar una buena gestión de poda. Si se consigue una buena intercepción y distribución de la luz, se produce en la base del material vegetativo del año, en dardos de calidad y tres yemas florales por dardo, sumado a una excelente gestión de la postcosecha, se podrá optar a cosechar fruta del mejor calibre.

 



Equipo Prensa
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