Por: Betina Ernst
Una vez más, ha concluido una campaña fructífera para la cereza austral. Esta delicada fruta requiere cuidados minuciosos, previsiones ante contingencias y una logística impecable, lo que la convierte en una joya de la fruticultura.
El esfuerzo invertido se ve recompensado por el éxito que ha experimentado, así como por los atractivos precios que ha alcanzado. China sigue siendo el principal mercado, absorbiendo más del 90% de las cerezas australianas. Para los chinos, la cereza es símbolo de felicidad, fortuna y prosperidad, especialmente durante las celebraciones del Año Nuevo, donde se convierte en un regalo muy apreciado.
La estrategia comercial se centra en abastecer a China con grandes volúmenes justo antes de las festividades. Esto implica un desafío logístico significativo, con miles de toneladas enviadas en barcos desde Chile semanas antes del Año Nuevo. Gracias a mejoras logísticas constantes, este año se ha establecido un nuevo récord con 380,000 toneladas de cerezas australianas exportadas a China, duplicando los volúmenes en menos de 5 años.
No obstante, existe conciencia sobre el riesgo de depender exclusivamente de un solo mercado, por lo que se están realizando esfuerzos para diversificar. Aunque los volúmenes enviados a otros destinos son comparativamente bajos, representan oportunidades para proveedores más pequeños y ayudan a reducir la dependencia de China.
Los Estados Unidos son el segundo destino más importante para las cerezas australianas, seguidos de los países del Lejano Oriente, centro y sudeste asiático, donde la influencia china es significativa. En Europa y Latinoamérica, el crecimiento es más lento, con las ventas concentradas principalmente en el sector HORECA y durante las festividades de fin de año.
Chile lidera la exportación de cerezas en el hemisferio sur, con el 95% del mercado. Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica también contribuyen, aunque en menor medida. Argentina ha experimentado un récord en sus exportaciones, diversificando sus destinos más allá de China hacia los Estados Unidos, Europa y Asia.
En resumen, la cereza austral continúa brillando como una de las joyas de la fruticultura, con un mercado diversificado y un crecimiento sostenido en todo el mundo.
Fuente: PortalFruticola.cl
