18 de diciembre de 2023
En una temporada desafiante para los productores de cerezas en Chile, aquellos que optaron por anticipar su producción y proteger sus cultivos con mallas negras lograron sortear los desafíos climáticos. El invierno más cálido de lo esperado y las lluvias en octubre y noviembre llevaron a un aumento significativo de daños en los frutos tempranos y de media estación, con pérdidas estimadas en más del 30%, según Fedefruta.
Walter Masman, asesor especializado en el cultivo de cerezos, resaltó la importancia de las mallas negras como herramienta para mitigar los efectos climáticos adversos. Los resultados obtenidos este año, especialmente en áreas como Ovalle, donde los productores utilizaron esta tecnología, respaldarán la decisión de más agricultores de adoptar mallas negras en el futuro.
A pesar de la incertidumbre climática y las lluvias sorpresa, aquellos que instalaron cubiertas protectoras lograron cosechas tempranas y protegieron sus frutas de fisuras o agrietamientos causados por las precipitaciones. Masman destacó que este año ha marcado un aumento en el interés de los productores por instalar techos protectores.
El asesor mencionó casos donde, después de las fuertes lluvias en noviembre de 2022, los productores decidieron instalar cubiertas para anticipar cosechas y proteger sus cultivos. Señaló que la inversión en mallas negras no solo permite adelantar la cosecha sino que también brinda protección contra eventos climáticos adversos, como las lluvias intensas experimentadas en 2023.
Masman subrayó que los resultados demuestran que instalar cubiertas no solo beneficia en términos de adelanto de cosecha, sino que también garantiza la protección del cultivo. Predijo un mayor interés en la instalación de techos después de este año, ya que los productores reconocen las ventajas tanto para anticipar la cosecha como para resguardar sus cultivos de eventos climáticos imprevistos.
Fuente: redagricola.com
Fecha de publicación: 18 de diciembre de 2023
